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vendredi 22 mai 2015

“En esta Hora de la Pasión de mi Iglesia quiero deciros: QUIERO ASOCIAROS A MÍ.” - "La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús" Dictados de Jesús a Marga-

Tomado del Libro: La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús 
Dictados de Jesús a Marga
MargaLaVerdaderaDevoción

04-03-2005
Jesús:
¿Es que no siguen vigentes mis preceptos?[1] ¿No sigue en pié mi forma de actuar con vosotros?
Yo multiplicaré tu descendencia. Guardad mis preceptos y todo os irá bien. Una descendencia numerosa es muestra de la predilección de Yahveh. Ahora y siempre. Antes y ahora. Ahora no tenéis hijos, tenéis menos hijos porque os habéis alejado de Mí.
Jesús, hay gente buena que no puede tener hijos.
Sí, como antes. Para dedicarse más a Yahveh y a las obras de caridad. Como antes, Yo también hoy obro milagros. Están para que se vean las Obras de Dios.[2]
Jesús, un matrimonio que no puede tener hijos, ¿Tú lo bendices? ¿Significa que lo bendices menos?
Mira, hija, a menudo encuentro en vuestra generación gentes que pretenden controlar el Don de Dios.[3] Gentes que se esterilizan a sí mismas con las prácticas empleadas contra la natalidad. Y cuando es su voluntad tenerlos, cuando ellos deciden que es el momento de dar vida, la vida no viene. A esas personas Yo no las puedo bendecir.[4]
Puede ser que se hayan arrepentido de sus prácticas anteriores. En pocos es un arrepentimiento sincero. Ahí también hay mucho egoísmo. En realidad no se han arrepentido totalmente de sus prácticas contra Dios, y siguen llevando su vida de impiedad en todos los demás aspectos.
Pongamos por caso que eso ha sucedido en un matrimonio y hay sincero arrepentimiento total. Yo no tengo por qué hacer el milagro ahora. ¿Por qué Dios se ha de plegar a sus planes? Que acaten los Planes de Dios en su plenitud. Que acepten la situación. Y si tienen que buscar algún culpable, que lo busquen en ellos mismos. Que me pidan insistentemente, pero con paz, el don del milagro, que si tengo a bien y a ellos les conviene, se lo concederé.
Señor Jesús: hay algunos matrimonios que son estériles y no es por eso.
A menudo la vida de impiedad que lleváis os hace estériles a la vida: primero el yo, primero el trabajo, el estrés, los vicios, la mala alimentación… no son cosas que fomenten la fecundidad.
Si hicierais más oración, si lo primero fuera lo primero para vuestras vidas, si vivierais en paz con Dios y con vosotros mismos, la naturaleza no estaría tan dolida y podría dar paso fácilmente a la procreación.
¿Y los que lo son por real enfermedad?
Existen en el mundo muchas personas enfermas. Esos no son los abandonados de Dios, más bien son sus predilectos. Es en el sufrimiento donde os hacéis más semejantes a Mí. Yo he redimido la enfermedad. Desde Mí, tiene un valor redentor.[5]
No penséis en el pecado para regodearos en él. El pecado es abominable a mis ojos. Todo pecado. Hasta el más insignificante cometido por un hijo mío fiel. Todo. Todo pecado. No entres ahí, no entres en ese mundo de pecado. No juzgues. Os es muy fácil juzgar a los demás… no juzgues. Sin embargo vuestro propio pecado individual, a menudo permanece oculto a vuestros ojos. Ofensa a Dios es. Igual ofensa a Dios es el vuestro venial que el suyo mortal. Introspeccionar, sí, las causas de vuestro propio pecado para desterrarlas, para desterrarlas lejos de vosotros mismos. Introspeccionadlas. Y no juzguéis. Ni siquiera os juzguéis a vosotros mismos. Estad el menor tiempo posible en el mundo del pecado y considerando el pecado, personal o de los demás. Un exhaustivo examen de conciencia. Un arrepentimiento. Y un no volver a caer, poniéndose manos a la obra, empezando por la confesión. Y ya está. Eso es.
Ese mundo tenebroso… no entréis por la puerta de ese mundo tenebroso, que se abre a quien quiere entrar. Entrad por la puerta del Camino del Bien, que también está abierta y dará lo que promete:[6] la dicha y la dicha eterna.
¿Entiendes, hija?
Vive siempre considerando mis Cosas y en tono positivo,[7] sin entrar en juicios ni averiguaciones. Haz el bien y haz el bien a los que os rodean. Sin ponerte a pensar en lo que ellos deberían hacer. Haz el bien. Haz el bien y cumple mi voluntad. Considera siempre en tu interior las Cosas Bellas. Haz meditación, imagina, piensa y luego haz ¡todo lo Bello!, ¡todo lo Bueno! De lo que pienses, estará hecha tu vida. Tienes tanto campo… aprovéchalo. Empieza.
Es una Vida Preciosa. El mal os rodea, pero estáis en el Bien. Y el Bien puede al Mal. El que vence es Dios.
No considerad el mal. Para nada. Ni tan siquiera para saber que existe. Ni por curiosidad. Luego,[8] os atrapa con sus zarpas. Ni entréis a considerar uno sólo del más ínfimo pecado. Considerad y obrad siempre el bien. Es posible. No es difícil. Es posible con mi ayuda.
Pensad que ahora vais a gozar de mi ayuda como nunca en la Historia de la Iglesia. ¡Aprovechadla! Aprovechadla para el Bien.
Y este es un Mensaje de Dios, que lo sello con mi Beso de Amor para tu frente, para tu boca.
Y Dios os habla por medio de estas palabras y os invita a seguir su Camino, día a día. No se cansa de hablar. Suscita su Don de profecía. Es para todos aquellos que le sepan escuchar.
Y Yo te bendigo, profeta mía, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

15-03-2005
Jesús:
Margarita querida de mi Corazón de Padre, Corazón de Dios. ¡Oh, Yo amo a todos los hombres! Y mira: los hombres no me corresponden. Es aún más, se condenan por rechazarme.[9]
Y mira, vuestros hijos no conocen el Amor de Dios. Los hijos de esta generación no conocen el Amor de Dios. Sus padres no les muestran amor. Los hijos no conocen ni el Amor de Dios del Cielo ni su reflejo en la tierra.
¿Sabéis que intento hablar con ellos y no puedo? No hay silencio, no hay escucha. Yo no me puedo comunicar ni aun a las almas de mis inocentes, a quienes vosotros asesináis día tras día. Nacen para morir. Mueren antes de nacer. Hija mía, la perversión en algunos inocentes, clama al Cielo.[10] Y de esto, ¿a quién he de pedir cuentas? Pensadlo.
Hija mía, observa a esta Generación, ¿a quién la he de comparar? ¿A Sodoma y Gomorra? No. Aún más. Que sepas, hija mía, que no tiene parangón el pecado al que ha llegado esta Generación. Y Yo he de decir de parte de mi Padre: BASTA.
¿Para qué continuar dejando que nazcan más hijos para la muerte?
Esto vamos a frenarlo ya. No se puede esperar por más tiempo.
¡Venid Conmigo los hijos de la Luz!
Vayan los hijos de las tinieblas con las tinieblas.
En esta Hora, en esta Hora… En esta Hora de la Pasión de mi Iglesia quiero deciros: QUIERO ASOCIAROS A MÍ. Quiero uniros estrechamente a Mí, introduciros en mi Corazón. Para que paséis la Pasión ahí, en ese lugar central.
Observad cómo cada vez más los que no creen en Mí se van distanciando y distanciando de vosotros hasta crear un abismo imposible de franquear. Observad cómo los hijos de las tinieblas son cada vez más hijos de las tinieblas y los hijos de la Luz… ¡sed cada vez más hijos de la Luz! Abandonad todo, todo, todo, todos los caminos mundanos. Entrad por la puerta estrecha.[11] ¿Cómo es la Puerta de mi Herida? Estrecha, es estrecha. Es el filo de una lanza.
Ancho es el camino que lleva a la perdición. Es estrecho el Camino que lleva a la Salvación.[12]
Y te dirán: «¿Cómo entramos por el Camino?». Venid, ¡venid y os lo diré! ¡Venid y os lo diré! A cada uno. Tengo un modo para cada uno. Venid. Venid aquí, a preguntármelo. Preguntadme: «Señor, ¿Tú quieres tener Intimidad conmigo?». Y oíd. Escuchad la respuesta.

31-03-2005
Jesús:
¡Pedid perdón! Pedíos perdón unos a otros para reconciliaros, para poder reconciliaros unos con otros, para que se haga la paz entre vuestros corazones. Pedidme Luz. Luz para acusaros de vuestras faltas ¡y sólo de vuestras faltas!, pero de todas y cada una de vuestras faltas. Para poder acercaros blancos y puros al DÍA, al primer día de la semana: el Domingo de Resurrección. Donde Yo vendré, blanco y reluciente para deciros:
VENID A MÍ, BENDITOS DE MI PADRE AL DESCANSO ETERNO. PORQUE TUVE HAMBRE Y ME DISTEIS DE COMER, TUVE SED Y ME DISTEIS DE BEBER, ESTUVE DESNUDO Y ME VESTISTEIS, ENFERMO O EN LA CÁRCEL Y ME VISITASTEIS. Y me responderéis: «¿Cuándo, Señor, te vimos desnudo, hambriento o en la cárcel, enfermo y te visitamos? Porque Yo os digo:
(Esto es muy Bello, parece una película. Oigo ese texto del Evangelio lentamente, remarcando las Palabras y en este momento aparece mi hijo pequeño por la puerta de la habitación. Como estoy al fondo de ella, mientras viene hacia mí para que le abrace, Jesús continúa sin interrumpir:
CADA VEZ QUE LO HICÍSTEIS CON UNO DE ESTOS MIS PEQUEÑUELOS, A MÍ ME LO HICISTEIS.[13]
________________________
[1] Había leído los preceptos del Deuteronomio.
[2] Entiendo que no es de Dios ese ansia por tener hijos cuando no puedes. Sí es de Dios el suplicarle con paz que haga el milagro. Nosotros no tenemos que juzgar por qué Dios manda hijos a unos, y a otros no. Tenemos que ponernos en sus Manos y acatar dócilmente su Voluntad. Y entregarnos a otras cosas si no nos llega el entregarnos a los hijos.
[3] El Don de la Vida.
[4] Aunque Jesús quiere, ellos no quieren.
[5] Aquí yo pensé en el pecado de la gente.
[6] El camino del mal es una mentira. No da lo que promete dar.
[7] Así vivía María. Que haga como Ella.
[8] Si lo hacéis.
[9] Evangelio de hoy que ya había leído: Jn. 8,21-30.
[10] Más tarde me contaron un caso de unos niños de 15 años a propósito de esto.
[11] Se me presentó la imagen de su Corazón traspasado, poniendo aten-ción en la Herida, que es la Puerta. Cfr. Lc 13,24; Mt 7,13s.
[12] El Camino que lleva a la Salvación es el Corazón de Jesús, la Devoción a su Corazón.
[13] Y justamente al terminar, mi hijo y yo nos abrazamos. Para entender esto del Evangelio hay que estar muy enamorado de Jesús. Cfr. Mt 25,34ss.

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