Un nuevo día

 

 

Agradezco cada nuevo día que amanezco viva.

Aún cuando me despierto y lo primero que veo es mi wheelchair/silla de ruedas. (Y si, aparte de que me lleva para todos lados, por las noches la uso de mesa de luz, ¡ajajaa! )

Un nuevo día que tengo para ver a mi hijo, el viento bajo mis alas, crecer y convertirse en un hombre de bien de a poco, día a día…

Y no solo un nuevo día para ver crecer a mi Retoñor, sino un nuevo día para pasarlo “sentada" haciendo de madre, tía, hermana, hija, ama de casa, presidenta de la Cooperadora (y si, me hago el autobombo, sino no me lo hace nadie, ¡ajajaja!) y un montón de cosas más que hago “a pesar” de mi wheelchair/silla de ruedas. Porque aunque esté “sentada” todo el día no me importa porque ESTOY VIVA, porque sobreviví a un accidente donde las probabilidades de que viviera estaban en mi contra pero sobreviví y quedé en silla de ruedas pero VIVA, y eso es lo que verdaderamente importa.

Hay taaantos que se quejan de nada... Uy, ¿lo dije en voz alta? Sorry. 

 

Y recuerden:

Imagen del proverbio budista de la Página de ENLACE BIBLIOTECA DIGITAL MUNDIAL.

Porque como dijo mi amigo William Shakespeare:

“Ocurra lo que ocurra, aún en el día más borrascoso, las horas y el tiempo pasan.”

 

Así que ya saben, todos tenemos un nuevo día para vivir.

Siempre el sol sale después de una tormenta y también cuando termina la noche. No lo desperdiciemos lamentándonos por lo que no tenemos, disfrutemos lo que tenemos porque uno nunca sabe cuándo la vida nos puede cambiar en un vuelco.

En mi caso fue literal (accidente automovilístico – un vuelco - que me dejó en silla de ruedas), así que yo sé lo que les digo, agradezcamos y disfrutemos de un nuevo día y de todos los días que consigamos para vivir.

¡Ah! Y sean felices, Gente, yo soy feliz a pesar de todo.