Crónica de una #amadecasa in wheelchair/silla de ruedas.

Hoy me levanté para atrás, ¡juas!

Para atrás, definición según la versión ivanezca , es andar ingánica, fiaquenta, chinchuda, casi como un ser humano (?).

Estuve en mis aposentos más de una hora deliberando si me levantaba o no. Me tocaba cocinar así que la deliberación fue abruptamente finalizada por la conciliación obligatoria decretada por parte del gobierno para con de la asociación de Amas de Casa (?).

¡Ajajajaa!  

Igual todos dormían así que si no me levantaba, nadie se enteraba.

En fin.

Si bien había amanecido muy #ingánica, apliqué la inganitud selectiva*. Terminé de despabilarme, me vestí, me levanté, me dirigí hacia la cocina y me aboqué a la tarea de hacer de ama de casa en wheelchair/silla de ruedas casi desesperada (?).

[Nota. *Inganitud selectiva: dícese de la acción de elegir para qué cosas uno está ingánica, perezosa, fiaquenta, con ganas de hacer nada. Es decir, #InganitudSelectiva es dejar de estar ingánica y ponerse a hacer cosas, o sea. ]

Llegué a la cocina y empecé la “rutina” de quehaceres domésticos que tenía para este día sábado.

 

1º.- Me puse a hacer pan casero.

 

Y acá abrimos un paréntesis.

Confieso que antes del accidente, NUNCA hice pan en mi vida. Después tampoco, ¡ajajaja! Chiste. Siempre lo hacía mi abuela, o mi papá, o mi mamá, o amigas de la familia.

Después del accidente fue Little Sister la encargada de hacer pan y pizza casera en casa. Yo me excusaba en que a mí no me salía, que yo no sabía. Si, aunque no lo crean he llegado a decir que no sabía hacer algo. ¡Juas!

Pero como nada es para siempre (?), un día le dije a Little Sister que me enseñara a hacer pizza. Cuando me dijo como era me di cuenta que era una papa (como decimos acá), súper sencillo. La cosa es que medio que se me dificultaba el tema del horno al estar en silla de ruedas, pero como la necesidad tiene cara de hereje, me las ingenié para usar el horno. Mis pizzas son impresionantes, sépanlo. Modestia aparte, ¡ajajaja!  

Después de aprender a hacer pizza casera le pregunté a mi hermana como era hacer pan casero y me dice que la masa del pan es lo mismo que la masa de la pizza. ¿?¿?¿? Bueno che, yo creí que tenía algún otro “secreto”, pero no, era lo mismo. Así que un día me puse a hacer pan casero y ahora no paro nunca, ¡jajaja! Chiste.

Por cierto, sale riquísimo mi pan casero, sépanlo también.  

Cerremos el paréntesis.

Como venía contando antes del paréntesis , lo 1º que me puse a hacer fue el pan casero.

Sigamos.

 

2º.- Mientras la masa del pan leudaba me puse a lavar las tazas, los vasos y utensilios varios que tooodos usan después de que termino de lavar y guardar los platos la noche anterior. Todas las noches me hacen lo mismo.

Pregunto: ¿Les pasa a ustedes o solo en mi casa me hacen esa herejía? Termino de guardar todo y de repente les agarra la sed, el hambre, todo junto. En fin, menos mal que me gusta lavar los trastos/platos/utensilios de uso hogareño.

 

3º.- Guardé los utensilios lavados y me puse a lavar la lechuga que iba a usar en la ensalada del almuerzo.

Abro paréntesis (voy a abrir muchos paréntesis porque vengo cargada de información, ajaja… )

En casa nos turnamos con Little Sister – mi hermanita – para hacer algunas de las tareas del hogar. Cocinar es una de ellas. Jueves a domingo me toca hacer el almuerzo a mí (nuevo trato que hice por ingánica). Estos días son intercambiables si ella tiene que salir a hacer las compras/trámites, o yo tengo alguna reunión de la cooperadora y necesito salir temprano.

Cierro paréntesis.

 

4º.- Con la lechuga lavada, pelé unas papas para hacer el puré de los retoños. Si, porque ellos querían puré en el almuerzo. Ellos lo piden, ellos lo tienen, si es que hay con qué hacer lo que piden, je. A mi Retoñor le gusta la lechuga, pero a mi sobri-retoñito no, así que el mío liga puré y ensalada de lechuga.

 

5º.- Mientras se cocinaban las papas, la masa estaba en su máxima expresión (?), así que la amasé, la corté en bollos, armé los panes y los puse a leudar otra vez antes de meterlos al horno.

 

6º.- Saqué las milanesas de pollo que Little Sister había comprado ayer y las separé para ponerlas en la fuente y meterlas al horno. (Si, ella no separó las milanesas de pollo que quedaron en la bolsita tooodo el día, ¡horror! , al menos para mí ).

 

7º.- Puse las milanesas de pollo al horno, hice la ensalada de lechuga y cuando las milanesas estuvieron listas hice el puré.  Little Sister llevó la fuente del horno a la mesa y puse el pan para que se hornee. (El pan era para la tarde, me había quedado pan casero que hice ayer y que comimos en el almuerzo.) Nos sentamos (¡cuack!, y si, yo ya estoy sentada ), almorzamos y hasta ahí llegó mi amor.

 

Si, hasta ahí llegó mi amor porque mi Retoñor levantó las cosas de la mesa (él es el encargado de poner y levantar la mesa al medio día y mi sobrino a la noche), mi Sister ordenó el living, se fue a lavar los platos y yo me instalé en la mesa frente a la laptop y al televisor, juas.  La tele la veo de reojo. Es más una “compañía” que un entretenimiento, es decir, estoy más metida en la compu y casi que no le presto atención a la tele. ¿Por qué no la apago?, se preguntaran (?) Bueno, no la apago porque la extraño si no la “siento”. ¡Juas!

 

Así que ahora voy a hacer nada hasta…, hasta que me de ganas de hacer algo.

Puedo… pero no quiero. (Garfield)

Ya ven, es muy ajetreada mi vida como #amadecasa in wheelchair/silla de ruedas. (?)

 

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