Dios me pidió que te dijera...
Que todo irá bien contigo a partir de ahora, tú has sido destinado para ser una persona exitosa y lograrás todos tus objetivos. En los días que quedan de este año se disiparán todas tus agonías y llegará la victoria. Esta mañana llamé a la puerta del cielo y Dios me preguntó... Hijo, ¿qué puedo hacer por ti? Respondí: Padre, por favor protege y bendice a la persona que está leyendo este mensaje. Dios sonrió y contestó: Petición concedida
Léelo en voz baja... Señor Jesús: Perdona mis pecados. Te amo mucho, te necesito, siempre estás en lo más profundo de mi corazón, cubre con tu sangre preciosa, a mi familia, mi casa, mi hogar, mi empleo, mis finanzas, mis sueños, mis proyectos y a mis amigos. Pasa esta oración, no la ignores. Dios ha visto tus luchas, y dice que estan llegando a su fin, una bendicion está viniendo en tu dirección.
Bendiciones.
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