Qué lindo levantarse temprano (6:50 am) y tener tanto o más sueño que cuando te acostaste, que te duelan tooodos los huesos que te hiciste percha en un accidente- y más cuando te pasás a la silla de ruedas -, recordar que la plata no te alcanza y que siendo 27 ya no tengas un mango porque se te acabó el 10, y sobre todo que veas que el mundo sigue igual o peor de lo que estaba cuando te acostaste....
Si, es lindo levantarse a pesar de tooodo eso y ver a tu adolescente hijo de 15 años y 1,80 m levantarse solito, alistarse para ir al colegio sin que tenga que obligarlo, desayunar e irse sin antes devolverse y ponerme la mejilla para que le de un beso. Ok, tampoco pretendo la perfección, se agacha para que yo le de el beso, ya con eso me doy por satisfecha, ¡aaajajajaa!
Así que con esa actitud y ese gesto de mi hijo me alcanza y me sobra para darme cuenta que todo eso que describí al principio no me afecta realmente porque lo tengo a él en mi vida,el viento bajo mis alas, y que eso supera tooodo lo que me pasa y no necesito nada más...
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