Un finde ¿extraño? No, interesante.

 

Hace 11 años que tuve el accidente. Un 31 de Diciembre del '98 mi vida cambió en un vuelco.

Quedé en silla de ruedas y perdí a mi mamá. No tuve la oportunidad de ir al funeral porque estaba en la Terapia Intensiva del hospital peleando para seguir en esta tierra cuidando a mi no tan retoño Damián, que en esa época tenía 2 añitos y que se había salvado porque lo había cambiado de auto 20 minutos antes del accidente.

A mi mamá la enterraron en Bariloche, donde tuvimos el accidente.

Hoy sábado, después de tanto tiempo voy a volver a "ver" a mi mamá. Al menos parte de sus restos.

Les cuento.... 

Como yo no puedo viajar distancias largas por secuelas del accidente (necesito hacer lo que hace todo el mundo cuando va al baño, pero en la cama, ya que no me paro), decidimos traer a mi mamá a Trelew, dónde vivimos dos de mis hermanos y yo. El otro vive en Cipoletti, Río Negro.

Como el traslado del féretro era muy caro, ya que había que traerlo en una caja sellada por el tiempo que había permanecido el cajón bajo tierra, decidimos tras un "concilio familiar", cremar los restos y trasladar la urna con sus cenizas para colocarla en el Cementerio, y "tenerla" más cerca. Mis hermanos iban a visitar la tumba cada vez que podían, siempre en vacaciones, y como yo nunca fui, decidimos hacer todo este movimiento.

Así que mi hermano, el que vive en Cipoletti, hizo todo el trámite de la cremación en Bariloche y aprovechando este fin de semana largo, se viene con mi cuñada y mi sobrino para traer la urna con las cenizas de mi mamá.

Sé que va a ser raro, pero es hora de "hacer el duelo" definitivo.

Soy yo, con la ayuda de mi hermana menor, la que se va a encargar de ir al cementerio a elegir el nicho, a prever que el lugar sea accesible para mi silla de ruedas, y preparar todo para colocar la urna con las cenizas de mi mamá.

Gracias a mi religión - soy miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días - sé que llegado el tiempo, cuando resucitemos, el espíritu de mi mamá va a reunirse con su cuerpo otra vez para así vivir por toda la eternidad como una vez fue:

Una hermosa mujer, alta, de ojos castaños profundos, de pelo ondulado, una voz maravillosa, que me enseñó todo lo que sé, que me amó y me cuidó hasta el día de su muerte.

Por eso, este fin de semana va a ser muy interesante...

 

 

 

Nos vemos el lunes.