¿En serio?

 
Muchas veces nuestro rostro puede decir muchas cosas.
- ¿Qué te pasa? - me preguntan...
- Nada.... - contesto...
- ¿En serio?... Porque tenés una cara.... - dice mi hermana....
Hay personas, que por más que quieran y traten, siempre se les nota en la cara lo que piensan y sienten.
Hay otras que no se les nota nada, de nada. A esas, yo las llamo: Cara de poker. Bueh, no lo inventé yo... ya se...
Droopy, el de la foto, necesita ese cartel para que sepan que está feliz... Algunos deberían llevar carteles para ahorrar el trabajo de averiguar que catzo les pasa!
A veces, hay que saber convivir con aquellos que andan por la vida, alunados y con mal carácter.
En mi casa, siempre decimos: "Uy!!!... se levantó con el pie izquierdo." Así que ojo con el que se levantó así... A tratarlo con pinzas...
Y volviendo a los "cara de poker/nada".... A mí me gustaría, en algunas ocasiones, tener cara de Poker.
Por el accidente, tengo mi pelvis, mis caderas y mis rodillas bastantes estropeadas, así que hay días que amanezco más dolorida que pegarse en el dedo chiquito del pie con la pata de la cama, silla o mueble que ande por ahí...
He aprendido, con el tiempo a separar los tantos y andar por la vida con mi mejor cara y no decir nada con ella....
Pero ayer fué uno de esos días...
En la Patagonia, el tiempo cambia, literalmente, de un día para el otro, y en primavera hay días que andamos con camperas como si estuviéramos en invierno aún. Cambio de clima, tormento para huesos rotos o que alguna vez lo estuvieron. Así que a la mañana, me desperté y me sentí con ganas de portar el cartel de Droopy: Soy tan feliz..., pero el dolor es más fuerte.
Tengo la suerte que mi retoño va a la escuela a la mañana, así que me quedé en camita, con mi dolor a cuestas, y mi hermana terminó de hacer el desayuno y mandó a los retoñitos a la escuela.
Soy de las que no dan señales de nada, pero mi cara lo hace por mí....
Entonces..., una de las cosas que aprendí, es que nadie tiene porque sufrir o padecer cuando ando, como decimos acá, chinchuda por el dolor.... No mejora las cosas, y ciertamente el dolor no se va porque ande con mala cara todo el día.
Hay cosas que tenemos que aprender a sobrellevar de la mejor manera posible.
Nadie tiene la culpa de lo que me pasa. Nadie tiene porqué sufrir por lo que me pasa. Si estoy mal, tengo que pensar que hay peores cosas. Los dolores están ahí para recordarme que estoy viva.
Y aunque a veces mi cara diga otra cosa....
¡¡¡Yo Soy feliz!!!.